viernes, 5 de marzo de 2010

Un paseo tranquilo



Vine a verte, no más que a verte.
He salido pronto de casa, me he abrigado adecuadamente para que mis palabras más débiles no pillaran un resfriado y he comenzado a caminar. Me viene bien pasear, me lo ha recomendado con seriedad y confianza un médico como mejor modo para prevenir la aparición de un trombo entre los verbos y, con ello, una conjugación irregular que fuese indebida o no viniera a cuento. En fin, todo eso.
Me he organizado sobre un plano y tengo bien trazado el recorrido. Sé dónde tengo que poner cuidado para no pisar ciertos sustantivos tan inocentes como tranquilos y sé dónde encontraré adjetivos que ayuden a mi memoria en la descripción de tu piel que tuve sobre mis manos, estas manos que escriben y que coinciden, punto por punto, en cada una de sus líneas, con las que temblaban cuando la distancia que las separaba de ti, de tu piel desnuda y ofrecida, era algo así como un par de centímetros.
Doblo esquinas sabiendo con anticipación de sus vientos y cruzo algunas calles sin necesidad de contar los pasos que voy dando. A veces, cuando he de detenerme en un semáforo, veo a mi lado a un señor con pinta de pronombre. Pienso entonces que soy él. Pero enseguida nos da paso a los dos el semáforo preciso y tardan poco en venir a socorrerme mi nombre propio, el número de mi carnet de identidad y algunos gestos que me caracterizan al andar. Me recupero, por tanto, y veo cómo el pronombre que fui no es más que aquel que me da la espalda y ve tú a saber dónde irá, que al yo que soy es algo que deja de importar. Continúo la marcha y noto que tengo ganas de sonreír. Y lo hago: sonrío, faltaría más.
Me entretengo observando a las personas con las que me cruzo, cada cual con su cara de complemento circunstancial puesta y algún indeciso entre disyuntivas, algún tozudo entre adversativas, algún poeta raro entre dubitativas. Yo, que no tengo remedio, bien lo sabes, no hago más que pensar entre cópulas y copulativas. Y tú, mis disculpas te ofrezco por no haberte pedido permiso, me acompañas en esos recuerdos que tienen la textura de un bizcocho recién elaborado y relleno de crema y el mismo olor que tú dabas en la entrega y en el abandono, ese olor que coincide, punto por punto, en cada una de sus declinaciones, con el de tu cuerpo abierto y enredado, cuando la distancia que nos separaba era algo así como un par de centímetros y el olor de tu cuerpo rosa, rosae, dejaba mi mente en blanco, mis huellas como una remisión y mi mirada como una incógnita que ahí, en medio de la ecuación de tu cuerpo entre mis brazos como paréntesis, era imposible despejar y, con ello, descubrir.
Paso por jardines donde juegan niños y pasean dueños con sus perritos, calculo el número de hojas que debe tener algún árbol que me gusta, salvo la tentación de sentarme en bancos abatidos por la melancolía y el descuido, tamizo en mi pensamiento frases complejas y sólo me quedo con predicados simples y colegiales, te amo. Todo con tal de no detenerme. Porque le viene bien a mi salud gramatical y porque me dirijo hacia donde tú vives. A verte tras tanto tiempo en pasado al que le urge una cura de presente con tal de que no sea triste el futuro.
No más que a verte.
Ignoro de dónde vuelvo, más tengo la certeza de hacia dónde voy. Sé, por viejos amigos reencontrados, que te has casado con un buen tipo, que te quiere y viste ropa de Adolfo Domínguez, que tenéis en el salón la colección completa de los Premios Planeta y vivís en una chalet de zona y clase media-alta, con piscina y jardín propios por donde, según me cuentan, campa a sus anchas Ulises, el gato al que pusiste mi nombre.

29 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Juanma, un bellísimo texto de prosa poética. Pura poesía. Te felicito, y besos. Soco

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Precioso escrito Juanma. Ahora bien; si describes una situación o tú estás majarón o te fumaste el geranio.
Un abrazo

Er Tato dijo...

Espectacular, Juanma. Curiosamente acabo de leer otro relato del mismo estilo, más en la línea del microrrelato, pero también espectacular. Como sé que te va a encantar, te lo dejo a continuación:

Hubo un tiempo en que creí controlar el lenguaje. Ahora sé que todo fue una ilusión: es él quien me controla a mí.

En apariencia parece que soy yo el que lleva las riendas pero ya me he convencido de que no es así. Empiezo una frase con toda tranquilidad pero enseguida me obliga a colocar una adversativa y una copulativa. O una disyuntiva. Unas veces me insta a ser breve. Conciso. Frases cortas. Rápidas. Estilo telegráfico. No me gusta. A él tampoco. Aunque así se divierte. Otras veces me impone digresiones y paréntesis, como cuando intento explicar que me tiene dominado, como ahora, o como aquella vez en que intenté contárselo a mis amigos, cuando todavía los tenía, y obviamente empezaron a dudar de mi cordura. Todo para que pierda el hilo de lo que digo, para volverme loco.
Los miércoles y los sábados exígeme términos esdrújulos. Auténtico espectáculo ridículo, melódico. Conviértome en cómplice de su incómodo propósito; víctima de un ímpetu mágico obedezco órdenes estúpidas. Catálogos monótonos déjanme rígido, afónico. Por suerte, abúrrese rápido por pérdida de técnica lingüística.

Pero lo peor de todo es cuando le da por no dejarme puntuar y no me permite hacer pausas en mi discurso y parece que nunca llegaré al final de la frase porque no puedo poner ni una coma para coger aliento y mi cara empieza a enrojecer y el aire no llega a mi pulmones y me cuesta respirar pero no puedo detenerme sin terminar un oración que sé cuando empieza pero desconozco cuando termina ni si tendré tiempo a llegar al final sin caer al suelo víctima de espasmos por falta de oxígeno como ahora mismo me sucede y pedir ayuda es inútil porque nadie va a creerme y sólo me queda esperar su benevolencia y que al fin me deje poner este punto final.


Y como además del pecado hay que decir el pecador, el sitio donde lo he leído es éste.

Felicidades de nuevo por el texto, querido Juanma.

Un fuerte abrazo

Paloma Corrales dijo...

Te he leído esta mañana, al mediodía, y ahora he leído en voz alta para mi hija, se ha emocionado a pesar de estar advertida, me pide que se lo copie y le he dicho que mientras respete la autoría se lo puede leer a sus amigos... qué más puedo decirte; llegas y llegas hondo con el arte de la palabra.

¡¡¡Bellísimo!!! y el final con el gato Ulises, genial.

Gracias por hacerme (hacernos disfrutar)

Besazo.

Miguel dijo...

Tendrá sus manos llenas de arañazos que lamerá con el dulce recuerdo de plaquetas y versos que le recuerden tus besos. Bello, muy bello amigo Juanma. Me gusta la línea melódica que estructura la metalingüística de tu prosa, de tu verso, de esa forma juanmanueliana de dibujar con palabras.

Máster en nubes dijo...

ay, Dios, esos antiguos amores gramaticales ;-) -por ponerles un adjetivo-... cómo son a veces, cómo quedan tan dentro.. Un abrazo, Juanma, nos vemos.

Aurora

Lisset Vázquez Meizoso dijo...

Me ha encantado tu paseo y te he acompañado haciendo mía tus palabras y leyéndolas más de una vez a ver si así se quedan impresas en mi memoria. Gracias por este escrito, como siempre, todo corazón. Un beso.

maile dijo...

Aun no teniendo nada en comun con el ultimo parrafo, salvo el gato (que tampoco se llama Ulises), saber de un recuerdo asi en alguien que te amo debe ser agradable... "recuerdos que tienen la textura de un bizcocho recién elaborado y relleno de crema".

Como siempre ha sido un placer leerle. Releerle, ni le cuento.

Gracias mi señor Juanma.

P.D. aun no puedo poner acentos.

mangeles dijo...

¡Es sorprendente¡, ...precioso, Juanma.

No puedo decir nada más....lo volveré a leer...

Vaya paseo¡¡¡

Besos amigo

Marisa Peña dijo...

Me ha gustado mucho ese paseo juanma...hacia lo que pudo ser y no fue, hacia lo que no tenía que haber sido. Ahora desde ell presente, podemos mirar al pasado con otros ojos:los ojos de la memoria.un beso

Susana Peiró dijo...

Aunque no es mi costumbre un quote tan extenso, debo, es necesario poner en un cuadro aquí en los comentarios, este final:

Sé, por viejos amigos reencontrados, que te has casado con un buen tipo, que te quiere y viste ropa de Adolfo Domínguez, que tenéis en el salón la colección completa de los Premios Planeta y vivís en una chalet de zona y clase media-alta, con piscina y jardín propios por donde, según me cuentan, campa a sus anchas Ulises, el gato al que pusiste mi nombre.

Jajajajajajá! Muy, Muy bueno Juan Manuel! Me arrancaste la sonrisa! (Y la risa con los premios Planeta)
Agudo Amigo, servite este Abrazo fuerte (sin hielo) con este ramillete de besos que te dejo!

carmen jiménez dijo...

denHoy he vuelto a leer al Juanma más auténtico. Al que sabe mezclar como nadie los pronombres con los nombres y los sujetos con los predicados, a veces, como dice él, llevándolos a la máxima expresión con tan solo dos palabras. Conjugando verbos copulativos, transitivos o intransitivos con la misma maestría. Haciendo sentir que un paseo hacia un lugar definido se convierte en un paseo de pensamientos llenos de imágenes circunstanciales que recorren los tiempos verbales llevándonos, a mi por lo menos, a esas tardes de besos mezclados con ecuaciones y declinaciones que se resolvían manteniendo siempre unida la primera persona del plural. Pero luego,el "nosotros" se convirtió en tú y en yo, y se fueron añadiendo verbos más allá del verbo amar y... Fue un auténtico placer pasear por todas tus letras.
Un beso

PIZARR dijo...

Precioso relato mezclado con esa clase de gramática en la que siendo niños todas esas palabras se nos antojaban imposibles.

Relato de un paseo a través de los sentimientos que espero sea tan solo literatura.

Un abrazo Juanma

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Qué belleza, Juanma admirado. Qué dominio de las letras y sus funciones, qué bien guiado el trayecto hasta ella. Y qué putada esa Penélope con los premios planeta a la vista.
Muchas gracias, amigo Juanma. Muchísimas gracias.
Besitos, a los cuatro.

Olga Bernad dijo...

Hay gente a la que nunca podremos ponerle un adjetivo posesivo.
Un gato en su memoria, por Dios, esa mujer no es Penélope. No sabe esperar porque en el chalet no hay esperanza. Sólo es un pronombre personal para tus cuentos. Oh, pero ella...

Las hojas del roble dijo...

Pocas veces he visto que se digan cosas tan hermosas sobre el lenguaje, te lo juro, Juanma.
Un abrazo, amigo.

FLACA dijo...

Juanma:
Qué hermoso relato y qué bien escrito!...Hacía tiempo que no venía a visitarte, pero me voy encantada de haberte encontrado escribiendo así.Muy bueno y original el paralelismo entre el paseo, el juego de la gramática y el lenguaje en la narración y la historia de amor.

Un beso. Espero que estén bien Lola y los niños.

Juanma dijo...

Soco: muchas gracias, amiga mía, excelente poeta. Besos.

Rafael: jajjaa, nooooo, todo no es más que literatura. Hace ya mucho tiempo que deje los geranios. Abrazos.

Juanma dijo...

Tato: gracias, amigo. Muy bueno este texto que, efectivamente, se relaciona con el mío. Me gusta bastante, algo menos ese párrafo casi final, sin pausas, que se puede mejorar. Un fuerte abrazo.

Paloma: qué decirte yo a este comentario emocionante. No es necesario que tu hija respete la auotoría, créeme...este texto es libre y de uso público. Si alguien lo leen en público, el autor es lo de menos. Con el corazón te hablo, que de otra forma no sé. Muchas gracias y muchos besos.

Juanma dijo...

Miguel: ¿"forma juanmanueliana"? jajaja, si es que voy camino de ser un clásico, querido mío. Un fuerte abrazo.

Aurora: los amores gramaticales son imposibles de extirpar, al menos sin efectos secundarios que nos hacen pensar en aquello de que fue peor el remedio que la enfermedad. ¿No te parece? Leído y agradecido por tu correo, por cierto, te respondo en un ratito. No hay rendición, no. Besos.

Juanma dijo...

Lisset: ya me di cuenta de que me rodeaba un adjetivo hermoso. Gracias por tu compañía. Besos.

maile: le gustó a usted la imagen del bizcocho, ¿eh? Si yo lo sabía al escribirla. Besos.

Juanma dijo...

mangeles: te invito al próximo paseo, ¿te vienes? Besitos y gracias por acordarte en los blogueros.

marisa: "hacia lo que tenía que haber sido", puede que ésa sea una de las claves del texto. Quién sabe. Besos.

Juanma dijo...

Susana: tus abrazos cruzaron el Atlántico que nos une y llegaron fresquitos, fresquitos. Besos, besos, besos, besos...

media luna: muchas gracias por este comentario tan cariñoso que me haces. Eres grande. Besos.

Juanma dijo...

Pizarr: sólo literatura, querida, no hay problema. Las palabras antojadas imposibles en la infancia, eso da para una entrada. Ya veremos. Besos.

Siempre: jajjaa, sí, putada de Premios Planeta a la vista de nuestra Penélope. Imposible decirlo mejor. Pero la acompaña un hombre que la quiere, no lo olvidemos. Besos.

Juanma dijo...

Olga: ay, quién sabe si a nuestra Penélope no le mereció la pena esperar. Hay personajes con vida propia. Si hubiera esperado, no se habría arrepentido. Pero la espera puede ser tan injusta...Besos.

Hojas: muchas gracias, amigo, como siempre muchas gracias por tus palabras. Un fuerte abrazo.

Flaca: no creas que tengo abandonado tu boliche, paso por allí con frecuencia y poco tiempo para comentar, querida mía. Me emocionó tu entrada de nostalgias y radios. Besos siempre. Se te quiere mucho por aquí.

mariapán dijo...

¡ Y te quedas tan ancho Juanmita !
¡Qué buen paseo gramatical nos has ofrecido en estos días en los que los paseos son, por lo menos, mojados!
Al final se casó, pero... su gato lleva tu nombre... ¡qué controversia! Gatos con nombres de personas..., personas con rasgos de gato...

En fin, que me enrollo... ¡me encantó! NO me canso de pasarme por aquí, aunque el tiempo me ponga travas...

Un besito

Lola Montalvo dijo...

Muy bueno... pero yo creo que esa persona, esa mujer en la añoranza de lo que fue y en la imaginación de lo que pudo haber sido, es más bella, es más intensa. Quizá la realidad, visto lo visto, es mucho más triste.
Besos miles

Juanma dijo...

mariapán: jjaja, ¡¡pues y tanto que me quedo tan tranquilo, querida mía!! ¿qué voy a hacer? Muchas gracias por pasar, el tiempo tampoco me deja últimamente asomarme por tu casa. Pero no son más que rachas tontas. Un beso.

Lola: en primer lugar, gracias por tu última y fantástica entrada. Y luego, ay, qué decirte, no sé, la realidad es una cosita siempre tan rara y difícil. Muchos besos.

América dijo...

Hermoso como siempre Juanma.
Espero retomar el ritmo pronto.
Casi,casi amigo!,el tiempo no nos acompanó.

Un gran abrazo Juanma!