viernes, 5 de junio de 2009

Servidor de todos ustedes...





Quien canta es Francisco Montoya Egea, Niño de la Huerta. El tema es “La Romería loreña”, dedicado a la Virgen de Setefilla, patrona de Lora del Río.

Una vez presentados todos, paso a explicarme. Hay un momento en la vida en el cual uno se reencuentra con algo que tiene que ver con lo que uno fue. Mi abuelo, primo hermano del cantaor, me dormía con esta canción. Y yo, entre youtube y Ridao - http://jmridao.blogspot.com/ - (de quien indirectamente he aprendido a subir vídeos a mi blog), estoy como un niño con zapatos nuevos. Bueno, en verdad, nunca he sabido cómo se siente un niño con zapatos nuevos. Pero esa es otra historia.

Mi abuelo y mi padre nacieron en la misma cama que el Niño de la Huerta, en una casa que está frente a la mía, la de mis padres, en Lora del Río. Esta canción me lleva a la cuna en la que dormía de pequeño, me emociona como pocas cosas más lo hacen en la vida. Me la cantaba mi abuelo al alimón con el radio-casete. Cantaba hasta que yo me dormía. No recuerdo aquellos primeros sueños que hicieron de mí lo que soy: un soñador sin solución.

Sí, sueño. A veces lucho e intento que los sueños se transformen en realidad. Pero he aprendido que esa frase, o esa intención, tiene trampa: los sueños siempre son reales. Al menos yo los considero así. Me acerco a los cuarenta años y me niego en rotundo a convertirme en un tipo aburrido, preocupado. Pienso morirme con una sonrisa que me deje un buen sabor de vida.

Hace poco me dijo una compañera de trabajo lo más bonito que me han dicho en la vida: “cada vez te pareces más a tu hijo”. Y estoy seguro de que, efectivamente, es así: lo he soñado. Parecerme a mi hijo es acercarme a lo que quiero ser. Él es mi ídolo, un mito con dos años.


Y el caso es que viene con él su hermana. Parecerme a ella es un segundo reto. Por ahora le he copiado la sonrisa, pero no me sale tan pura, tengo que practicar, descontaminarme, besar a mi hija en los labios para aprender a dibujar en los míos esa risa limpia.

No será posible, sin embargo, oler como ellos. Lo intenta el “Nenuco”, pero no lo consigue. Deben ser los poros sucios, la casi cuarentena, los sinsabores, los recuerdos gratos, los olvidos imposibles, la vida en su puñetera salsa la que nos va dando otro olor. Aquí los objetivos, pues, se transmutan: quiero conseguir que mis hijos huelan como lo hace su madre.

¿Le cantaré a mis hijos esta canción que suena? Faltaría más. De mi abuelo a mis hijos. Siempre hay un hilo conductor, un gesto que nos une más allá del apellido compartido. Que crezcan sin que se conviertan en adultos aburridos y desganados. Que sigan siendo el espejo dentro del cual quiero encontrarme cada mañana, cuando me levanto despeinado, paso con sigilo por el otro espejo (el de los sustos en el cuarto de baño) y me da por reír.

18 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Querido Juanma, somos herederos, no meros descendientes, somos el hilo que nos une con los que estuvieron y con los que estarán.Te beso y a tus "churumbeles"también, faltaría más.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Juanma, solo te puedo decir que un fuerte abrazo a ti y a los tuyos.

Parecerse o no, es lo de menos, lo importante es sentir y recordar, como haces.

Lo dicho, un fuerte abrazo.

Mis mejores deseos.

Juan Duque Oliva dijo...

Que hermosas reflexiones y que maravilla de canción.

La verdad es que te pareces y mucho, lo conseguirás, estoy seguro.

Besos

Anónimo dijo...

Ay, mis sobrinos, qué buena pinta tienen. Y qué hermosas las palabras de mi hermano. Un abrazo.

Unknown dijo...

Fantástico Juanma, como siempre.

Por cierto, a Lora del Río voy precisamente todas las semanas a revisar unas cuantas obras que llevamos en el estudio. De hecho hace cosa de 10 minutos he mandado a visar una casita en El Zahornil, jeje. Casualidades de la vida.

Un pueblo bastante bonito y con una gente maravillosa.

Un abrazo.

América dijo...

Que preciosas fotografías y que manera de trasmitir un ambiente familiar cálido y lleno de amor,hay costumbres familiares que pasan de generación en generación,y es lo que marca el perfil de toda una familia a través de los años ,la canción imperecedera en la voz de su artista y de todos aquellos que la cantan.

Ranzzionger dijo...

Juanma qué entrada más emocionante. Estoy seguro de que vas a lograr transmitir a tus hijos muchas más cosas que una bonita sonrisa: valores y una sensibilidad a flor de piel que les hará emocionarse tanto con una bella canción, como con las pequeñas cosas y las palabras mejor escogidas.
Un fuerte abrazo

Susana Peiró dijo...

Muyyyyyy Buenos Díassss!!!!

Incluso este amanecer helado,con cara de invierno, se transformó con tu calidísimo artículo y esa bella música!

Tus hijos...están bellísimos ¿Los besarías muy fuerte por mí?

Lo primero que siento es Agradecerte, por abrir tu corazón y compartir los recuerdos y este presente que estás construyendo minuto a minuto.

Se siente como una amable carrera , en la que Vos recibís la "posta" y a tu vez la pasás a tus hijos.

(Me gusta especialmente cuando declarás tu intención de parecerte a ellos y te creo, querido Amigo, claro que sí!)

Hoy me voy cargada del cariño de tus letras, me llevo la sonrisa de tus babys y tu sonrisa, conmigo!

Desde el otro lado del mundo, tu Amiga te besa a Vos y cada una de tus seres amados!

Ro dijo...

Que entrada más dulce!! Me ha emocionado. Es precioso como hablas de tus hijos y esa forma de unir a tu abuelo y a tus niños a través de ti y de una canción es maravillosa.
Gracias por compartir tus sentimientos.
Un fuerte abrazo

Zapateiro dijo...

Da gusto leerte tan feliz y tan sincero. Se nota que la vida te sonríe, y que así siga.

Un beso.

Er Tato dijo...

Ya veo que aún sigues llevándote bártulos a la sonrisa de tu hija. A este paso nunca terminarás de mudarte, aunque me temo que de eso se trata, de no terminar nunca de mudarse al paraíso. Magnífica entrada, querido Juanma.

Una ristra de besos para los cuatro

Julio dijo...

Dile a tu compi, que, efectivamente, es lo más bonito que se se puede decir a un padre.

Abrazos, Juanma

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Querido Juanma, qué tierna entrada esta con esas inmejorables fotos de tus ídolos y tuya. La reflexión sobre los vínculos me parece estupenda y tus anotaciones sobre parecidos, risas y olores inmejorables. Un beso muy fuerte para los cuatro.

Juanma dijo...

marisa: besos recibidos y repartidos. Otro para tí.

Javier: abrazo compartido contigo, querido amigo.

Juan: en ello estoy, querido, en conseguirlo. Un beso, mi luz de gas.

Juanma dijo...

Octavio: llegado el momento...¿querrás enseñar a tu sobrino? Se portará bien y será buen alumno, ya lo aleccionaré. Un fuerte abrazo.

Du Guesclin: pero un pueblo algo anclado, me parece, que no saca provecho del potencial que tiene. Un abrazo, querido amigo.

América: querida mía, una canción es un bonito hilo conductor, ¿verdad? Besos.

Juanma dijo...

Ranzzionger: las pequeñas cosas y las palabras...esas son dos de las claves. Un fuerte abrazo para tí, uno de los grandes escritores de bloguilandia.

Queridísima Susana: ¿llego el calor de mis niños hasta la otra orilla? ¡¡Estos niños, son imparables!! Besos, besos, besos, besos...

Ro: gracias a tí, siempre, por pasar por aquí. Besos.

Juanma dijo...

Zapateiro: no sabes lo mucho que me gusta verte por mi blog. Un fuerte beso.

Er Tato: sí, de eso se trata, querido amigo. Nada mejor tengo que hacer. Un abrazo.

Julio: impagables tus comentarios, como siempre. Un abrazo.

siempreconhistorias: mis ídolos, dos mitos enanos que me han crecido. Besos y gracias.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ahora que lo dices, voy a enseñarle a mis hijas una canción de las que cantaba mi padre. Un beso para los tuyos.