Los más viejos del lugar ya saben lo que van a saber los más nuevos tras los dos puntos: tengo la inmensa fortuna, el gran placer, de colaborar con Punto Radio Sevilla en su programa "Protagonistas Sevilla" (que se emite de lunes a viernes y de 12:05 a 14:00 -hora española y peninsular-). Lo hago con una columna de opinión que es semanal: cada miércoles entre las 13:05 y las 13:15 (no puedo ser más exacto con la hora porque depende de la escaleta del programa. Pero siempre en ese intervalo de diez minutos).
Si alguien quiere, y le viene bien hacerlo, me puede escuchar en el 93.0 F.M. a través de la radio (para habitantes de Sevilla; en algunos pueblos puede mudar el dial), pero también se puede hacer por internet, pulsando aquí (y, una vez ahí, hay un enlace que permite escuchar en directo Punto Radio Sevilla).
No tengo la costumbre de colgar aquí, en este blog, mis columnas. Pero hoy recupero la que se emitió el siete de enero de 2009. Hace un año, obviamente. En esta temporada actual el programa está dirigido por Patricia García Mahamud. Pero en la pasada, donde se emitió esta columna, lo dirigía mi amigo Cristóbal Cervantes (que es a quien me dirijo en el artículo).
Pues eso, un poquito de autobombo para empezar el año. Porque yo lo valgo. Espero que les guste.
Abrazos.
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Amigo Cristóbal, queridos amigos:
Pensaba yo que, tras el paso huracanado de la festividad navideña, volvería la normalidad. Pero…me he equivocado. Lo tengo merecido, esto me pasa por ponerme a practicar con esa actividad a la que estoy tan poco acostumbrado: pensar.
Me explico. Acabo de aparcar el coche más o menos donde siempre y me encuentro, de pronto, con una sorpresa: hay una rampa nueva, empinadísima, de acceso a la radio. Ni te cuento, querido Cristóbal, qué trabajito me ha costado llegar. He tenido que improvisar una pericia de alpinista, agarrarme a los salientes de las paredes, encontrar huecos de apoyo en el suelo y usar mis manos como si tuvieran un piolet incorporado. A mitad de camino me he cruzado con un gracioso que, no sé cómo lo habrá hecho, pero ya venía de vuelta y me ha saludado diciéndome: “ea, con Dios, que le sea a usted leve la cuesta de Enero, miarma”.
En fin, logré llegar a la radio. Exhausto, sí, pero puntual. Y aquí, amigo, más sorpresitas: he tenido que entrar de perfil, me he ido dando con las paredes del pasillo que conduce a la redacción, sortear la fotocopiadora ha constituido una hazaña, me ha sido imposible llegar a la mesa de Fernando y, bueno, al abrazarme contigo he notado, en tu mirada, lo que ha pasado por tu cabeza: “este chico ha puesto unos kilitos en Navidad”. Tendré que reconocer que me he pasado con los capones, gambones, polvorones, turrones y roscones, sí, ya sé, todo lo que rima con, ay, con qué, con…ay, qué apuro, bueno…con michelones.
Así las cosas, querido Cristóbal, no me va a quedar otra salida que tomarme en serio los benditos propósitos que, a principio de año, hacen de cada uno de nosotros personas perfectas, teóricas, bien es cierto, pero perfectas. Tengo entendido que hay unos lugares que se llaman gimnasios donde el cuerpo se pone en forma a base de torsiones y flexiones. ¡Vaya! Más rimas delicadas.
Mejor me callo y me quedo quieto. Al fin y al cabo, mi querido amigo, las madres siempre tienen razón y la mía, desde chiquetito, me tiene dicho que yo soy un Juan Cojones.
Mi memoria es lo suficientemente bondadosa como para permitir que, en su interior, cohabiten y coincidan, beban y duerman juntos, los olvidos imposibles y los recuerdos necesarios. O viceversa: los olvidos necesarios y los recuerdos imposibles. En cualquier caso, soy poco más que lo que nace de la conjunción de ambos.
jueves, 7 de enero de 2010
Una cuña de publi...
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10 comentarios:
Pues yo ya he vuelto al gimnasio esta mañana, tras un mes sin pisarlo. Poca gente (el lunes será otro cantar, con la avalancha de los arrepentidos, que suele durar hasta marzo). Y qué quieres que te diga: me ha sentado estupendamente. Y es que, a mi edad, cada vez me entiendo menos...
Un abrazo, juancojones.
Juan Antonio: yo debería volver a la piscina mañana, tras otro mes sin sumergirme en ella. Pero creo que lo haré el lunes...Un abrazo.
Yo prefiero no tener que salir de casa para hacer ejercicio y hago batuka... palabra hipermegapija, que rima con "asuca", mantra de la salsera cubana por excelencia. Yo ya hoy me lanzo a mi ERE personal de michelines, que espero nadie me frene.
Me ha encantado tu artículo "añero" que no "añoso". Besos... yo prefiero seguir llamándote Juanma, a lo otro "nomeatrevo".
Lo mismo me pasa a mí...a la piscina tenía previsto regresar el sábado...pero juer el frío que hace hoy en los madriles....
BEsossss
Pd. Excelente y divertido escrito amigo, Juanma.
Juanma, yo te he dado un puñado de premios mientras iba leyendo tu estupendo artículo.
Un abrazo
mmm la columna del año pasado es deliciosa...(y nunca mejor dicho) jajaja y la de este año la espero ansiosa... anda! otro pareado!
¿que nos pasa? jajajaja
Besos
Cita
La columna es juancojonuda.
Un abrazo, Juanma.
A esa hora no podré escucharte. Intentaré hacerlo por Internet.
Enhorabuena Juanma. ¡Qué pedazo de comunicador es Cristóbal Cervantes! y tú, un colaborador a su altura.
Ya te lo dije, el día que el Herrera te conozca...
Lola: buena distinción entre añero y añoso...después dices que algo te falta. Muchos besos.
mangeles: el lunes todos a nadar, ¿prometido? Besos.
No cogé...: jajaja, riesgos que uno corre y asume, Rafael. Abrazos.
Cita: qué nos pasa con tantos pareados...son tan parecidos a los apareamientos, ay. Besos.
Hojas: gracias, amigo, muchas gracias. Insisto: ¿un cigarrito? Abrazos.
Alejandro: grande Cristóbal, sí señor, uno de los mejores. Un fuerte abrazo.
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