Hoy, esta mañana, mientras hacía la cama, he encontrado restos de tu paso por allí: un sueño confuso, huellas de tus manos abiertas y primitivas acariciando mi pecho y mi erección, el aliento del vino que tomamos, algunas palabras sueltas que no he podido hilar, la intensidad con la que te duele el alma y la lógica de tus razonamientos, tu mirada tan perdida como la mía dentro de la tuya, tu lenguaje sencillo o entrecortado, el cuidado que has puesto para irte sin despertarme, uno de tus gestos enredado entre las sábanas, promesas líquidas y derramadas, juegos de otoño y gripes compartidas, el recuerdo alicatado de viajes, ciudades y horarios, una broma que nos hizo reír y varias palabras, recuperadas de la mar de los diccionarios, que nos hicieron amar.
No soy el mismo desde que te has ido. Nada es lo mismo. Hay más sitio en los armarios, en el frigorífico, todo se ha vuelto más grande. Y, bueno, también hay más espacio dentro de mí, tanto que he llegado a perderme sin darme cuenta, despistado mientras hacía algo que debía ser buscarte. No lo sé. Voy perdiendo memoria conforme intento conservarla. Aquiles nunca cogió a la tortuga por más que pasaron siglos heridos y tempestades bíblicas, civilizaciones cultas o bélicas, inventos reconfortantes y costumbres a las que nos hemos ido acomodando. No pasa nada, nunca pasa nada si somos capaces de olvidarnos del cine y sus historias de amor.
Estoy aquí, siempre he estado en el mismo lugar. El movimiento me marea y las alturas me dan vértigo. Mamo de las ubres de mi soledad como un animal lo hace de las de su madre: por instinto, para sobrevivir, porque me gusta su sabor. Y escribo, siempre escribo. Tú sabes que no sé hacer otra cosa. Ni siquiera lo intento. A veces es un enemigo enconado el maldito papel blanco, pero otras veces, la mayoría, es un colega que necesito tener cerca. Acercarlo y cercarlo, si me permites este juego de palabras simplón. También me he olvidado de jugar. Pero estoy aquí, en el mismo lugar, de eso estoy seguro porque miro a mi alrededor y veo la silueta de tu sombra, percibo tu olor en la almohada y sigo tomando las mismas copas con el mismo fantasma al que ahora, por cierto, le ha dado por el zapeo.
Yo estoy aquí, en el mismo lugar donde esta mañana, al hacer la cama, he encontrado restos de tu paso por allí. Dime, por favor, dónde estás tú para poder enviártelo todo.
22 comentarios:
Vuelve a descubrir el juego, es lo más importante, es casi lo más importante, hazlo con el del zaping.
Ella volverá.
Eres fantástico. Me encanta esta entrada. De 10, en serio.
Un saludo.
uffff...las ausencias a veces pesan, otras son pasajeras y aunque parecen interminables, como la tormenta, acaban cesando...
Te deseo suerte en el proceso de duelo, sólo nos queda eso, desearnos suerte y sonreir, si no todo esto no tendría sentido.
Unbeso
Queridos amigos:
Muchas gracias por vuestras palabras y...bueno, en verdad que me halaga que sintais esta historia de un modo tan real. Pero debo deciros que es pura ficción. Según las últimas noticias que tengo de ella, mi Lolita no tiene previsto irse y dejarme así de tontorrón y tristón.
Sois maravillosos. Muchas gracias.
Yo supe enseguida que era ficción.
Maravilloso texto. Me encantó. Me estoy repitiendo.
Un saludo.
Llegue aquí por casualidad y tenía que decirte que me pareció precioso. Aunque me alegro de que no sea cierto.
Magnífica entrada, con la que estoy más que identificado en estos días grises de otoño en la que realmente me he dado cuenta de que he dejado de ser lo que era...
Querido Juanma. Permíteme que utilice este hilo para darte las gracias por el comentario que escuché hoy en la radio sobre El síndrome de Mowgli. Perdona que no lo haya hecho hasta ahora, pero llevo una temporada con tanto ajetreo por la promoción del libro y porque ando arremangado hasta los codos con una nueva novela y apenas me queda tiempo para nada. Pues eso, tío, que gracias de nuevo.
Un abrazo,
Sencillamente precioso.
Enhorabuena por tan fantástica entrada... Me has dejado fuera de juego. UN fuerte abrazo.
.."mamo de las ubres de mi soledad...", ¡benditas ubres!, que no cesen de amamantarte porque las necesitas tanto como nosotros tus palabras. Me identificaría con ellas aunque nunca me hubiese sentido así, pero el que este libre de pecado..., yo no encuentro ni una sola piedra. ¡Magnífico Juanma!
Buena entrada Juanma. ¿No crees que muchas veces estamos presentes y muy cercanos a nuestro amor, pero nuestras mentes están muy lejanas?. Este mundo que nos tocó vivir aceleradamente nos impide demostrar el mucho cariño que sentimos y de saborear los momentos especiales que nos ofrece la vida.
Un abrazo y gracias por este regalo de la blogosfera que acabo de recibir al descubrir tu blog.
Me parece que tras leer esto uno se para y dice 'esto es escribir y llevarte donde está el alma humana'. Esto es escribir lo que hacemos los demás es juntar letras. Enhorabuena.
saludos
Antonio
Juanma FELICIDADES por ser la mejor entrada de la semana.
Muchos besitos
Es demasiado hermoso lo que cuentas, para ser cierto. enhorabuena amigo.
Pues aquí sí que ya me van faltando palabras.
Pero bueno: muchas gracias a "La Radio de los Blogueros" y a todos vosotros por vuestras visitas y comentarios.
Un abrazo enorme a todos.
Enhorabuena por el premio. A los aficionados no queda mucho que aprender de los maestros como tú. Que categoría de profesionales en Punto Radio y Sevilla TV. Había perdido cierto apego a la radio, gracias a Ustedes he vuelto a reencontrarme con el misterio de una radio bien trabajada, sincera y de corazón, sin estos tres elementos, la radio pierde su encanto. No creo en la radio tele-dirigida, fría y despreocupada.
Gracias amigo.
No hay dudas, cuando uno lee un texto así, que exuda literatura por los cuatro costados, no hay sitio para más planteamiento que la escritura.
:)
Antonia J Corrales
Enhorabuena, Juanma, por el premio. Esta entrada, sin duda, se la merece.
La entrada- hoy es la primera vez que visito tu blog- me parece de elevada calidad literaria. La podemos aliñar con algunas palabras de Triana:
Abre la puerta, niña
que el día va a comenzar
se marchan todos los sueños
qué pena da despertar.
Te devuelvo la visita y te mando mi enhorabuena, Juanma. Muy bien escrito, pardiez. Yo también volveré por aquí.
Que bonito!
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