El sábado amanece azul y frío. Es una de esas mañanas en las que uno busca una esquinita donde dé el sol. Salgo de mi casa justo a la hora en la que, la noche anterior, dije que iba a estar en el Hotel Renacimiento. Once y media de la mañana. Voy tarde, os aseguro que es muy difícil que yo no sea puntual. Llego al Hotel a las doce menos veinte. Hay poco tráfico y, también contra mi costumbre, corro con el coche algo más de la cuenta. Sin locuras, no me mal interpretéis, que ya no tengo edad (al menos para esas locuras estúpidas, a veces mortales, que se hacen con los coches).
Esta vez sí hay suerte. Encuentro aparcamiento en la mismísima puerta del recinto donde se celebra el “Evento Blog”. Mientras hago maniobras para aparcar en un sitio donde cabe un camión (aparcar no es mi fuerte, siempre termino pareciendo un paso de Semana Santa), pasa con su coche Fernando García Haldón. Estoy a punto de tocarle el pito, de mi coche, el claxon, porque tal vez cabemos los dos. Pero me doy cuenta de que no. Aparco. Me bajo. Llega un coche de esos pequeños que pueden aparcar en una caja de cerillas. Conduce una chica que se para a mi altura y me mira. ¿He ligado? No, sólo se trata de que, si me pego un poco más al de atrás, ella sí que cabe. Me doy cuenta. Se lo digo. Doy marcha atrás, al coche. Ella aparca, perpendicular a mi coche. Con el culo, el del coche, hacia el borde de la acera. Qué lío. Nos sonreímos, nos damos las gracias y las de nadas. Qué amables somos cuando queremos.
Entro al hotel. Doy un vistazo rápido, oteo para tener una visión rápida y general. Me dirijo a la sala “La Pinta”. Me sorprendo al ver que ya está allí Fernando. “Lo siento, amigo, te que he quitado el aparcamiento por un minuto”, “Pero si yo he aparcado en la puerta”, “Y yo”. Entre su coche y el mío, al final, hay unos diez metros de distancia. Están allí Ricard Martí (que me desea “feliz Navidad”), Híspalis y Natalia. Teresa y Ali vienen de camino, desde la emisora.
Llega Nuria, esposa de Híspalis. Muy guapa, muy amable y muy elegante. “Mucha Nuria –pienso-, hay una argentina –que ha dejado un comentario en el programa- que no tiene nada que hacer”.
Quedan quince minutos, más o menos. Natalia y yo estamos acostumbrándonos a fumar el cigarrito de antes. El de después, no me seáis bien pensados, lo fumamos entre todos, en una orgía de ondas radioeléctricas (iba a escribir ondas hertzianas, pero he buscado en el diccionario y me surgieron dudas). Salimos a fumar. Yo busco en mi móvil una foto que hice a mi niño antes de salir (guapísimo con gorro y bufanda) para enseñarla y presumir. Mi torpeza es imperdonable: hice la foto, sí, pero no la guardé. No está en ningún lugar fuera de mi memoria. En fin, algún día descubriré para qué puedo valer.
Mientras Natalia y yo fumamos fuera, donde da el sol, hablando de mi hijo y de su hermano, de la carrera de periodismo que ella lleva por la mitad y de cosas así, llegan Teresa y Ali. No hay aparcamiento cerca, je, je, se siente. Se baja Teresa. Ali sigue buscando dónde aparcar. Los dos besos de Teresa, al verme, al vernos, también se están convirtiendo en costumbre. Yo tengo que confesar que los espero. Enciende un cigarro. Si alguien es fumador, la radio no es el mejor sitio para dejarlo.
“¿Vamos para dentro, no? Hay un programa que va a comenzar”, dice alguien.
PROTAGONISTAS (que no es ni más ni menos que la sintonía de LA RADIO) comienza los sábados sobre las doce y diez, tras un micro-espacio que elabora Patricia García Mahamud (redacción de informativos de PUNTO RADIO). Le digo a Fernando que me gusta cómo lo hace, el micro-espacio. Le digo también, en un aparte que intento que me salga trascendental y al final me sale ridículo, que yo asisto a los programas sólo para disfrutar de ver cómo es la radio en vivo. Que si tengo que intervenir lo hago encantado y el primero, pero que no me gustaría que tuviera conmigo ese compromiso. Lo dicho: un ridículo. Fernando me mira como si yo fuera un niño pequeño (¿lo seré?), sonríe y me dice que me deje de tonterías. Mientras se preparan, hablo con Nuria. Y hablo de Laura, su hija, para decirle que es guapísima. Le pregunto si alguna vez ha visto hacer radio, me dice que no, le digo que va a disfrutar. Poco después me confirma que así es. Alucina cómo se entienden, con gestos, Ricard Martí y Fernando.
Doce y diez. Comenzamos. Cruzo los dedos. Abre Fernando con las entrevistas de Teresa: “Hola, Fernando, buenas tardes…”, saludo que repetirá en varias ocasiones porque en Extremadura son así de educados. El tiempo, con una de esas voces tan sugerentes que dan el tiempo por la radio. Y, seguidamente, la entrevista que me ha parecido más interesante en los dos días: la que Fernando le hace a Luis Rull, organizador del Evento y sociólogo. Sabe lo que dice y lo dice muy bien. Es amable y cercano. Bromea (a lo mejor no tanto) diciendo que, para no tener problemas en casa con un blog, es esencial dedicar una entrada a la pareja. Yo, con gestos que Fernando ve de soslayo y recoge en antena, aprovecho para dejar bien claro que he cumplido con eso.
No he dicho que, a todo esto, también llegó Ali Trujillo. Gesto serio y cara de recién dormido, o recién levantado. Luego me entero de que ha dormido…bueno, eso forma parte de su ámbito privado. Comienza Ali su labor impagable. Lo ayuda Nuria. Que no falte una copa con agua, que no falte nadie a la cita concertada, que todo salga. Ricard Martí, una garantía. Hoy tenemos en la emisora del estadio a César Baquero, otra garantía.
Concluye la entrevista a Luis Rull. Híspalis también ha preguntado. Me toca. Estamos sentados Fernando, Hípalis a mi derecha, Natalia frente a Híspalis y, frente a mí, un hombre al que no tengo el placer de conocer. Suena la marcha “Amargura”. Ese hombre que tengo frente a mí es Enrique Henares, hijo del pregonero de este año. Las referencias, para empezar, son inevitables. Yo aprovecho para decir que, aunque no me muevo en el mundillo de la Semana Santa (no soy ningún entendido en eso), estoy aprendiendo mucho de la gran cantidad de blogs cofrades que he descubierto. Al fin y al cabo, aunque insisto que no es mi mundo, he llorado en varias ocasiones viendo un paso en la calle. Justo en el instante en el que estamos hablando, D. Enrique Henares está en su casa comenzando a escribir lo que será el pregón de 2009.
La tertulia continúa. Hablamos del fundamentalismo que, en ocasiones, aparece en los comentarios a algunas entradas. Es legítima la decisión de moderar los comentarios, en la casa de uno entra quien uno quiere (habíamos dicho el viernes). Híspalis sabe bien de esto: aunque ha decidido continuar, todos sabemos que se ha planteado dejarnos huérfanos. Yo dejo bien claro que, tras las críticas (experiencia que, por fortuna, aún no tengo), también hay que reseñar la avalancha de comentarios amigos que pueden llegar en un momento dado.
Dos momentos cumbres de la tertulia:
1.Híspalis, diciendo que a lo mejor es un compromiso, reta a Fernando a promover una quedada, desde LA RADIO DE LOS BLOGUEROS, a favor de la restauración de Santa Catalina. Enrique Henares, que iría el primero, también se permite la broma: es perfecto porque por allí también quedan “El tremendo” y “El rinconcillo”. Fernando recoge el guante, está por ver que se achante alguna vez.
2.Y por eso mismo, porque no se achanta, critica duramente la aceptación que, en algunas hermandades, ha tenido la llamada a sus hermanos para que donen sangre. En El Cachorro, devoción de Fernando, acudieron cuatro. Sobran mis palabras, las puso Fernando en su sitio, una por una.
La una de la tarde acecha. El tiempo y la radio, ya sabemos, amores imposibles y, sin embargo, amores inevitables. Fernando me pide que le diga con qué me quedo de los dos días que llevamos enradiados. Me quedo en blanco, “me coges fuera de juego, Fernando, no lo sé”, confieso en directo. Me provocan. Me piden una entrada para esa misma tarde. ¿Provocaciones literarias a mí? Aquí están mis entradas, queridos míos, no una. Tres. Ahora sé la respuesta, querido Fernando, a buenas horas mangas verdes: me quedo con todo.
Aprovechando el boletín, Fernando es entrevistado brevemente por una televisión gallega. Mira por dónde, van a saber allí de nosotros. Un saludo para cuando nos escuchen. La entrevista la consiguió la noche anterior, entre copas y alamedas, Duende del Sur.
Tras el boletín informativo de la una, nos queda media hora. Buena parte la va a ocupar, es de bien nacidos el ser agradecido, Ángel Holgado, Director del hotel Barceló Renacimiento. Es un hombre joven, educado, afable, tirando a guapo y con una mirada ligeramente caída. A lo mejor es miope, como James Dean. Me gusta mucho el traje que lleva. Ya sabemos lo que diría de él cualquier madre: un buen partido. Nos han atendido rozando la perfección. Muchas gracias por todo. Antes de la entrevista hemos escuchado la sección “Clásico útiles”, excepcional.
Y todo, poco a poco, va concluyendo. Fernando invita a unas palabras a Duende del Sur, que supera su timidez e interviene encantado. También hay lugar para unas palabras de Ali Trujillo, quien anuncia blog inminente, y para un saludo en antena, desde el estudio, de César Baquero. Hoy nos hemos quedado sin sus películas infames. Sin darse cuenta de que entra por la puerta y la tiene justo detrás de él, Fernando da paso, para despedir, a Teresa, mi chica favorita. Se sienta rápida en la mesa para saludar y, si yo no lo estuviera contando ahora, nadie se habría dado cuenta de la improvisación. Fernando reacciona en una milésima de segundo.
Todo ha terminado. ¿Qué hacemos? Sí, efectivamente: salir a fumar. El sol sigue siendo un buen amigo. Hacemos corro. Todos estamos contentos. Ha salido bien. Teresa está muy cansada. Ali piensa en la siesta. La vida continúa. Híspalis y Nuria, se despiden. Los espera Laura y una comida familiar. Ha sido un placer conoceros. Ambos, Híspalis y Nuria, dan besos para decir adiós. Yo me voy casi ya. Me esperan Lola, Domingo y un pollo en el horno, sin ánimo de comparar. Son las trampas del lenguaje. Fernando y yo volveremos a vernos el lunes por la noche. Más radio, menos mal que me hace buena digestión. Tengo el privilegio, y el honor, de haber sido invitado en Utrera a una mesa redonda para hablar…¿de qué? De radio. Se conmemoran allí veinticinco años de ondas, ¿cómo eran?, lo miro…radioeléctricas esparcidas por aquellos aires.
¿Con qué me quedo, querido amigo Fernando? Pues ya ves, con todo. Con tu voz tan sevillana, comprometida, valiente; con Cristóbal en vivo, al natural y en su medio, en su lugar en el mundo: frente a un micrófono que lo quiere como se quiere a un hermano; con Ali y sus silencios, ayudando a tallar el programa con golpes de buril que no se escuchan; con la mirada brillante de Teresa, licenciada en ilusiones y periodismo; con la sonrisa insuperable de Natalia, licenciada en cariños y en medio de una carrera de obstáculos; con las manos en los mandos de Ricard Martí, Fran y César, los sonidos de la radio que no son las palabras; con todos los blogueros que nos enviaron sus comentarios; con Híspalis y Nuria a bordo de la tripulación, pendientes de que siempre estuviera en su medida la línea de flotación; con el Profe e Isabel, orgulloso el uno de la otra, y viceversa; con Duende del Sur y su mirada feliz; con los invitados que nos han descubierto: sí, existimos.
¿Con qué me quedo, Fernando? Con la ausencia obligada de mi Lola por culpa de unas oposiciones que tenía el domingo. Había que estudiar. La cosa, al final, no ha salido muy mal. Ya veremos. Pero bueno, le dimos un beso en directo. ¿A que al final me quedo con ese beso?
De todo lo cual, como radio adicto, doy fe.
Esta vez sí hay suerte. Encuentro aparcamiento en la mismísima puerta del recinto donde se celebra el “Evento Blog”. Mientras hago maniobras para aparcar en un sitio donde cabe un camión (aparcar no es mi fuerte, siempre termino pareciendo un paso de Semana Santa), pasa con su coche Fernando García Haldón. Estoy a punto de tocarle el pito, de mi coche, el claxon, porque tal vez cabemos los dos. Pero me doy cuenta de que no. Aparco. Me bajo. Llega un coche de esos pequeños que pueden aparcar en una caja de cerillas. Conduce una chica que se para a mi altura y me mira. ¿He ligado? No, sólo se trata de que, si me pego un poco más al de atrás, ella sí que cabe. Me doy cuenta. Se lo digo. Doy marcha atrás, al coche. Ella aparca, perpendicular a mi coche. Con el culo, el del coche, hacia el borde de la acera. Qué lío. Nos sonreímos, nos damos las gracias y las de nadas. Qué amables somos cuando queremos.
Entro al hotel. Doy un vistazo rápido, oteo para tener una visión rápida y general. Me dirijo a la sala “La Pinta”. Me sorprendo al ver que ya está allí Fernando. “Lo siento, amigo, te que he quitado el aparcamiento por un minuto”, “Pero si yo he aparcado en la puerta”, “Y yo”. Entre su coche y el mío, al final, hay unos diez metros de distancia. Están allí Ricard Martí (que me desea “feliz Navidad”), Híspalis y Natalia. Teresa y Ali vienen de camino, desde la emisora.
Llega Nuria, esposa de Híspalis. Muy guapa, muy amable y muy elegante. “Mucha Nuria –pienso-, hay una argentina –que ha dejado un comentario en el programa- que no tiene nada que hacer”.
Quedan quince minutos, más o menos. Natalia y yo estamos acostumbrándonos a fumar el cigarrito de antes. El de después, no me seáis bien pensados, lo fumamos entre todos, en una orgía de ondas radioeléctricas (iba a escribir ondas hertzianas, pero he buscado en el diccionario y me surgieron dudas). Salimos a fumar. Yo busco en mi móvil una foto que hice a mi niño antes de salir (guapísimo con gorro y bufanda) para enseñarla y presumir. Mi torpeza es imperdonable: hice la foto, sí, pero no la guardé. No está en ningún lugar fuera de mi memoria. En fin, algún día descubriré para qué puedo valer.
Mientras Natalia y yo fumamos fuera, donde da el sol, hablando de mi hijo y de su hermano, de la carrera de periodismo que ella lleva por la mitad y de cosas así, llegan Teresa y Ali. No hay aparcamiento cerca, je, je, se siente. Se baja Teresa. Ali sigue buscando dónde aparcar. Los dos besos de Teresa, al verme, al vernos, también se están convirtiendo en costumbre. Yo tengo que confesar que los espero. Enciende un cigarro. Si alguien es fumador, la radio no es el mejor sitio para dejarlo.
“¿Vamos para dentro, no? Hay un programa que va a comenzar”, dice alguien.
PROTAGONISTAS (que no es ni más ni menos que la sintonía de LA RADIO) comienza los sábados sobre las doce y diez, tras un micro-espacio que elabora Patricia García Mahamud (redacción de informativos de PUNTO RADIO). Le digo a Fernando que me gusta cómo lo hace, el micro-espacio. Le digo también, en un aparte que intento que me salga trascendental y al final me sale ridículo, que yo asisto a los programas sólo para disfrutar de ver cómo es la radio en vivo. Que si tengo que intervenir lo hago encantado y el primero, pero que no me gustaría que tuviera conmigo ese compromiso. Lo dicho: un ridículo. Fernando me mira como si yo fuera un niño pequeño (¿lo seré?), sonríe y me dice que me deje de tonterías. Mientras se preparan, hablo con Nuria. Y hablo de Laura, su hija, para decirle que es guapísima. Le pregunto si alguna vez ha visto hacer radio, me dice que no, le digo que va a disfrutar. Poco después me confirma que así es. Alucina cómo se entienden, con gestos, Ricard Martí y Fernando.
Doce y diez. Comenzamos. Cruzo los dedos. Abre Fernando con las entrevistas de Teresa: “Hola, Fernando, buenas tardes…”, saludo que repetirá en varias ocasiones porque en Extremadura son así de educados. El tiempo, con una de esas voces tan sugerentes que dan el tiempo por la radio. Y, seguidamente, la entrevista que me ha parecido más interesante en los dos días: la que Fernando le hace a Luis Rull, organizador del Evento y sociólogo. Sabe lo que dice y lo dice muy bien. Es amable y cercano. Bromea (a lo mejor no tanto) diciendo que, para no tener problemas en casa con un blog, es esencial dedicar una entrada a la pareja. Yo, con gestos que Fernando ve de soslayo y recoge en antena, aprovecho para dejar bien claro que he cumplido con eso.
No he dicho que, a todo esto, también llegó Ali Trujillo. Gesto serio y cara de recién dormido, o recién levantado. Luego me entero de que ha dormido…bueno, eso forma parte de su ámbito privado. Comienza Ali su labor impagable. Lo ayuda Nuria. Que no falte una copa con agua, que no falte nadie a la cita concertada, que todo salga. Ricard Martí, una garantía. Hoy tenemos en la emisora del estadio a César Baquero, otra garantía.
Concluye la entrevista a Luis Rull. Híspalis también ha preguntado. Me toca. Estamos sentados Fernando, Hípalis a mi derecha, Natalia frente a Híspalis y, frente a mí, un hombre al que no tengo el placer de conocer. Suena la marcha “Amargura”. Ese hombre que tengo frente a mí es Enrique Henares, hijo del pregonero de este año. Las referencias, para empezar, son inevitables. Yo aprovecho para decir que, aunque no me muevo en el mundillo de la Semana Santa (no soy ningún entendido en eso), estoy aprendiendo mucho de la gran cantidad de blogs cofrades que he descubierto. Al fin y al cabo, aunque insisto que no es mi mundo, he llorado en varias ocasiones viendo un paso en la calle. Justo en el instante en el que estamos hablando, D. Enrique Henares está en su casa comenzando a escribir lo que será el pregón de 2009.
La tertulia continúa. Hablamos del fundamentalismo que, en ocasiones, aparece en los comentarios a algunas entradas. Es legítima la decisión de moderar los comentarios, en la casa de uno entra quien uno quiere (habíamos dicho el viernes). Híspalis sabe bien de esto: aunque ha decidido continuar, todos sabemos que se ha planteado dejarnos huérfanos. Yo dejo bien claro que, tras las críticas (experiencia que, por fortuna, aún no tengo), también hay que reseñar la avalancha de comentarios amigos que pueden llegar en un momento dado.
Dos momentos cumbres de la tertulia:
1.Híspalis, diciendo que a lo mejor es un compromiso, reta a Fernando a promover una quedada, desde LA RADIO DE LOS BLOGUEROS, a favor de la restauración de Santa Catalina. Enrique Henares, que iría el primero, también se permite la broma: es perfecto porque por allí también quedan “El tremendo” y “El rinconcillo”. Fernando recoge el guante, está por ver que se achante alguna vez.
2.Y por eso mismo, porque no se achanta, critica duramente la aceptación que, en algunas hermandades, ha tenido la llamada a sus hermanos para que donen sangre. En El Cachorro, devoción de Fernando, acudieron cuatro. Sobran mis palabras, las puso Fernando en su sitio, una por una.
La una de la tarde acecha. El tiempo y la radio, ya sabemos, amores imposibles y, sin embargo, amores inevitables. Fernando me pide que le diga con qué me quedo de los dos días que llevamos enradiados. Me quedo en blanco, “me coges fuera de juego, Fernando, no lo sé”, confieso en directo. Me provocan. Me piden una entrada para esa misma tarde. ¿Provocaciones literarias a mí? Aquí están mis entradas, queridos míos, no una. Tres. Ahora sé la respuesta, querido Fernando, a buenas horas mangas verdes: me quedo con todo.
Aprovechando el boletín, Fernando es entrevistado brevemente por una televisión gallega. Mira por dónde, van a saber allí de nosotros. Un saludo para cuando nos escuchen. La entrevista la consiguió la noche anterior, entre copas y alamedas, Duende del Sur.
Tras el boletín informativo de la una, nos queda media hora. Buena parte la va a ocupar, es de bien nacidos el ser agradecido, Ángel Holgado, Director del hotel Barceló Renacimiento. Es un hombre joven, educado, afable, tirando a guapo y con una mirada ligeramente caída. A lo mejor es miope, como James Dean. Me gusta mucho el traje que lleva. Ya sabemos lo que diría de él cualquier madre: un buen partido. Nos han atendido rozando la perfección. Muchas gracias por todo. Antes de la entrevista hemos escuchado la sección “Clásico útiles”, excepcional.
Y todo, poco a poco, va concluyendo. Fernando invita a unas palabras a Duende del Sur, que supera su timidez e interviene encantado. También hay lugar para unas palabras de Ali Trujillo, quien anuncia blog inminente, y para un saludo en antena, desde el estudio, de César Baquero. Hoy nos hemos quedado sin sus películas infames. Sin darse cuenta de que entra por la puerta y la tiene justo detrás de él, Fernando da paso, para despedir, a Teresa, mi chica favorita. Se sienta rápida en la mesa para saludar y, si yo no lo estuviera contando ahora, nadie se habría dado cuenta de la improvisación. Fernando reacciona en una milésima de segundo.
Todo ha terminado. ¿Qué hacemos? Sí, efectivamente: salir a fumar. El sol sigue siendo un buen amigo. Hacemos corro. Todos estamos contentos. Ha salido bien. Teresa está muy cansada. Ali piensa en la siesta. La vida continúa. Híspalis y Nuria, se despiden. Los espera Laura y una comida familiar. Ha sido un placer conoceros. Ambos, Híspalis y Nuria, dan besos para decir adiós. Yo me voy casi ya. Me esperan Lola, Domingo y un pollo en el horno, sin ánimo de comparar. Son las trampas del lenguaje. Fernando y yo volveremos a vernos el lunes por la noche. Más radio, menos mal que me hace buena digestión. Tengo el privilegio, y el honor, de haber sido invitado en Utrera a una mesa redonda para hablar…¿de qué? De radio. Se conmemoran allí veinticinco años de ondas, ¿cómo eran?, lo miro…radioeléctricas esparcidas por aquellos aires.
¿Con qué me quedo, querido amigo Fernando? Pues ya ves, con todo. Con tu voz tan sevillana, comprometida, valiente; con Cristóbal en vivo, al natural y en su medio, en su lugar en el mundo: frente a un micrófono que lo quiere como se quiere a un hermano; con Ali y sus silencios, ayudando a tallar el programa con golpes de buril que no se escuchan; con la mirada brillante de Teresa, licenciada en ilusiones y periodismo; con la sonrisa insuperable de Natalia, licenciada en cariños y en medio de una carrera de obstáculos; con las manos en los mandos de Ricard Martí, Fran y César, los sonidos de la radio que no son las palabras; con todos los blogueros que nos enviaron sus comentarios; con Híspalis y Nuria a bordo de la tripulación, pendientes de que siempre estuviera en su medida la línea de flotación; con el Profe e Isabel, orgulloso el uno de la otra, y viceversa; con Duende del Sur y su mirada feliz; con los invitados que nos han descubierto: sí, existimos.
¿Con qué me quedo, Fernando? Con la ausencia obligada de mi Lola por culpa de unas oposiciones que tenía el domingo. Había que estudiar. La cosa, al final, no ha salido muy mal. Ya veremos. Pero bueno, le dimos un beso en directo. ¿A que al final me quedo con ese beso?
De todo lo cual, como radio adicto, doy fe.
13 comentarios:
Menos mal que fuistes, nos trajistes todo lo que sucedió allí y de esta manera.
Saludos.
Perfectas la crónicas del viernes y del sábado Juanma. Me alegro de haberte conocido.
Qué de cosas he aprendido en estos dos días de radio. Como dije en mi entrada, tus intervenciones han sido un ejemplo a seguir. Yo pequé de nerviosismo quedándome tres segundos sin recordar el nombre de Eva Piñar. Tres segundos que se te hacen eternos hasta que la voz amiga de Fernando, al preguntarme a quién me refería, encendió en mi el piloto que se había quedada apagado temporalmente jeje. El directo y la falta de costumbre de habalr en público hicieron mella en mi.
Por cierto, la entrevista con la televisión gallega la organicé yo la noche anterior en un bar de la Alameda con Víctor y Maite, que accedieron a pasarse por nuestra radio en la mañana del sábado. Te dejo su web en la que próximamente colgarán la entrevista.
Saludos!!
Amigo Juanma, después de concluir la segunda parte de tu crónica, vuelvo a aformarte lo que dije en la primera: tenemos que conocernos.
Podía haber sido el sábado, pero tenía una cita ineludible.
Confirmo varias cuestiones: Híspalis es un crack y Nuria es mucha Nuria, pues tengo la tremenda fortuna de conocerlos personalmente.
Un abrazo amigo y muchísimas gracias por escribir lo que no pude escuchar ni ver.
Querido Duende, mis disculpas por no saber que lo de la entrevista fue cosa tuya. Valga este comentario como rectificación (que también haré en la entrada)
Un abrazo.
No pasa nada Juanma jeje. La verdad es que bien podía haberlo hecho el sabio Híspalis, porque la verdad es que una persona con más espíritu e ilusión porque la radio siga adelante con futuros proyectos no la hay.
Lo mismo participó en la radio por doble partida (viernes y sábado, como tú), que ayudó a Teresa a entrevistar a la gente o que aportaba ideas para el futuro de nuestra radio en el bar al que nos dirigimos el viernes tras el programa.
Por ayudar hasta nos llevó en el coche a Natalia y a mi...
Saludos!!
Juanma leyendo lo que has escrito parece que estoy de nuevo allí.
Sabes que antes de empezar este programa yo no sabía nada de blogs, pero te confieso que cada día me engancho más al tuyo, porque le sacas punta a cada detalle, y me parece admirable.
Espero verte este viernes. Un besito!
Intentaré resumir un poquito tus tres entradas y los comentarios de la gente que te ha contestado...
- Quisiera darte las gracias por formar parte de tus palabras porque una persona como yo, adicto al anonimato, recuerda con un poquito de nostalgia lo que es ver y oir su nombre, desde los ojos y oídos de un apasionado por la radio después de muuuuuucho tiempo de silencio.
- Agradecer la ilusión que habéis aportado T O D O S, desde dentro y desde fuera de la emisora, esta realidad (ésto ya no es un proyecto).
Pero sobre todo, os quiero dar las gracias porque estos días, habéis demostrado a mucha gente y recordado a otra que, los muchas veces incomprendidos amantes (currantes) de la radio, tienen un sólo motivo para seguir trabajando, amando y odiando, cabreandose y alegrándose, durmiendo a la vez que soñando con una lucecita roja encendida...EL OYENTE.
Por favor, no nos faltéis :)
(escuchando el tema de One More Time titulado Highlander)
He leido tus dos entradas y me hubiera gustado estar allí, pro esta vez no pudo ser.
Espero que un futuro no muy lejano se vuelva a realizar este gran evento y poder asistir, sobre todo seguir todo los viernes con nuestra radio.
Enhorabuena Juanma.
Gracias por tu relato. Por acercarnos el misterio de la radio un punto más allá de lo que podemos conocer a través del receptor. Por desgracia no pude participar en el programa del viernes. El sábado por la mañana me levanté temprano con un doble sentimiento que me llevaba a una Plaza que poco a poco se fue llenando ante la inminente llegada de Dios y con un Barrio de Triana que volvía a sus cenizas. Por suerte ese día pude escuchar el directo del Programa. La radio de los anónimos bajo la batuta de unos jóvenes, pero no menos brillantes profesionales, brilló como ninguna otra. Realmente con Ustedes y con los grandes corazones que laten detrás de cada blog la radio se hace amena y entrañable. Muchas gracias Juanma.
Ayer charlando con Fernando y Teresa les comenté que cuando terminé de leer tu crónica parecía que estaba volviendo a revivir el programa otra vez. Incluso estaba sintiendo las mismas sensaciones. Muy buena crónica.
Un abrazo
Eres el mejor corresponsal de radio blog.
Un beso como el que mandastes en directo.
La virtud de tus crónicas es que están hechas con AMOR. Duermen en las paredes del hotel Renacimiento, huelen a cigarrillos de antes y después, saben a desayunos de sábado, recrean cada detalle con minuciosa perfección, y sobre todo dejan ver, con la plasticidad de la palabra, como aquellas ondas hertzianas, o radiolectricas, siguen siendo magia al aire.
Enhorabuena por que tus manos conocen bien lo que ven tus ojos, pero mejor lo que siente tu corazón.
Te he dejado una cosita en mi blog, por si tienes tiempo y ganas, o simplemente si quieres, jajaj.
Un besito.
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